Imagina entrar a una sala donde todos esperan escuchar las risas de un bebé, pero lo que te encuentras es un silencio abrumador. Ese vacío es algo que se queda grabado en la memoria, y muchas familias en Chile lo experimentan sin tener un lugar donde hablar de ello o recibir el apoyo que necesitan. ¿Qué sucede cuando un embarazo o una vida recién comenzada se detiene? ¿Cómo se enfrenta un dolor que la sociedad apenas menciona?
En este artículo, vamos a explorar el duelo perinatal en Chile, por qué es diferente de otros tipos de duelo, cómo se brinda apoyo psicológico y dónde se puede encontrar ayuda especializada en Santiago.
¿Qué es el duelo perinatal?
El duelo perinatal es el proceso emocional que vive una familia cuando ocurre la muerte de un hijo durante el embarazo, el parto o en los primeros días después de nacer.
Aunque a menudo se use la palabra “pérdida”, muchas madres y padres prefieren llamarlo duelo perinatal porque esa vida sí existió, fue esperada y amada. El dolor no depende de cuántas semanas de gestación había, sino del vínculo que ya estaba creado.
¿Por qué es un duelo tan silenciado?
En Chile y en muchos países de Latinoamérica, el duelo perinatal ha sido históricamente invisible. Frases como “ya tendrás otro hijo” o “mejor que pasó ahora y no después” hacen que las familias sientan que no tienen derecho a llorar.
Esto genera duelo desautorizado, es decir, un dolor que no encuentra validación social ni espacios seguros donde expresarse. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren alrededor de 2 millones de bebés en etapa perinatal en el mundo (OMS, 2020). Aunque en Chile las cifras son menores, cada familia que lo vive necesita acompañamiento real y humano.
¿Cómo se vive el duelo perinatal en Chile?
El proceso no es lineal ni igual para todas las personas, pero existen algunos aspectos comunes:
- Impacto emocional intenso: tristeza, rabia, confusión y culpa.
- Cambios físicos y hormonales: especialmente en la madre, que puede tener síntomas similares al postparto, como subida de leche o cambios bruscos de ánimo.
- Afectación en la pareja y la familia: cada miembro lo vive de forma distinta, lo que puede generar distancia o incomprensión.
- Aislamiento social: al ser un duelo invisibilizado, muchas veces la familia se encierra y evita hablar del tema.
En Chile cada vez hay más profesionales especializados en psicología perinatal, lo que permite que este acompañamiento deje de ser un tabú.
El acompañamiento psicológico: una necesidad, no un lujo
El duelo perinatal no se “supera” de un día para otro. El objetivo del acompañamiento no es olvidar, sino integrar la experiencia de manera sana.
Un psicólogo especializado puede ayudar a:
- Validar emociones sin juicios.
- Trabajar la culpa y la sensación de “haber fallado”.
- Acompañar los cambios físicos y emocionales postparto.
- Favorecer la comunicación de pareja y familiar.
- Diseñar rituales de despedida que den sentido y permitan honrar la vida del bebé.
En Casa Suyai, en Santiago, ofrecemos este tipo de acompañamiento respetuoso y especializado, entendiendo que cada duelo es único.
Santiago: un punto de referencia en Chile
Si bien el duelo perinatal en Chile aún carece de políticas públicas sólidas, en Santiago se concentran la mayoría de psicólogos perinatales, doulas y agrupaciones que trabajan este tema.
Existen además fundaciones y organizaciones de apoyo como:
- Fundación Amparos (fundacion amparos): que acompaña a familias en duelo gestacional y neonatal.
- Hospitales públicos y privados: algunos cuentan con programas piloto de acompañamiento, aunque todavía de manera limitada.
Esto hace que muchas familias de regiones deban viajar o buscar apoyo online desde Santiago.
Estrategias prácticas para transitar el duelo
Aunque cada proceso es distinto, estas herramientas pueden ayudar:
1. Permitir sentir
No minimizar ni compararse con otros duelos. El dolor es legítimo.
2. Hablar del bebé
Ponerle nombre, recordarlo, incluirlo en la historia familiar ayuda a validar su existencia.
3. Crear rituales
Velas, cartas, dibujos, objetos significativos: pequeños gestos que permiten despedirse.
4. Buscar redes de apoyo
Participar en grupos de duelo perinatal o contar con acompañamiento profesional.
5. Cuidar la salud física
Dormir, alimentarse bien y tener chequeos médicos son parte del proceso.
¿Cuándo buscar ayuda psicológica?
Algunas señales de alerta que indican la necesidad de acompañamiento son:
- Sentir que el dolor no disminuye con el tiempo.
- Aparecen síntomas de depresión o ansiedad intensos.
- Dificultades para dormir o alimentarse.
- Conflictos graves en la pareja a raíz del duelo.
- Pensamientos de no querer seguir viviendo.
En estos casos, la atención profesional es urgente.
Duelo perinatal y nuevos embarazos
Uno de los momentos más complejos para muchas familias es decidir si buscar un nuevo embarazo. El miedo, la ansiedad y la duda son comunes.
El acompañamiento psicológico en esta etapa es clave, porque ayuda a diferenciar entre honrar al bebé que partió y dar la bienvenida a uno nuevo sin culpas ni silencios.
El rol de la psicología perinatal en Chile
Uno de los momentos más difíciles para muchas familias es tomar la decisión de buscar un nuevo embarazo. Es normal sentir miedo, ansiedad y dudas en este proceso.
El apoyo psicológico en esta etapa es fundamental, ya que ayuda a distinguir entre honrar al bebé que se ha ido y abrir las puertas a uno nuevo, sin culpas ni silencios.
Cierre: no estás sola, no estás solo
El duelo perinatal en Chile está dejando de ser un tema escondido. Cada vez hay más familias, profesionales y organizaciones que levantan la voz para visibilizar este proceso.
Si estás atravesando este proceso, recuerda: tu dolor es válido, tu bebé existe y merece ser recordado. No tienes que enfrentarlo en silencio.
En Casa Suyai ofrecemos acompañamiento psicológico especializado en duelo perinatal. Te entregamos un espacio seguro, sin juicios, donde puedas vivir este proceso con respeto y contención.
👉 Agenda tu primera sesión, escribiéndonos a WhatsApp o visitando nuestra página web.
Porque sanar no es olvidar, es aprender a caminar con amor, incluso en medio del dolor.